lunes, 19 de noviembre de 2012

Inteligencia ecologica (Paul)


I.              TITULO

 Inteligencia ecologica 
II.            RESUMEN
 Se aprecia los impactos ecológicos ocultos y la determinación de mejorarlos. Independientemente de que seamos un simple consumidor, el jefe de compras de una empresa o un director de producto, el conocimiento del impacto ecológico de lo que adquirimos, fabricamos o vendemos es fundamental para tomar decisiones más acordes con nuestros valores y, así, influir positivamente en nuestro futuro y en el del planeta. Para los consumidores, la inteligencia ecológica es la llave que nos permite inclinar la balanza del mercado hacia ingredientes, tecnologías y diseños que respeten nuestros valores. Para las empresas, la inteligencia ecológica significa modificar los procesos industriales teniendo en cuenta sus consecuencias medioambientales.
Palabras claves :ecológico, valores inteligencia
III.           ABSTRACT
 the ecological secret impacts and the determination to improve them. Independently of that we are a simple consumer, the chief of purchases of a company or a product manager, the knowledge of the ecological impact of what we acquire, we make or bandage it is fundamental to take decisions more according to our values and, this way, to influence positively our future and that of the planet. For the consumers, the ecological intelligence is the key that allows us to incline the scale of the market towards ingredients, technologies and designs that respect our values. For the companies, the ecological intelligence means to modify the industrial processes bearing his environmental consequences in mind.
Key words: ecologic, value, intelligence

IV.          TEMA  O ARGUMENTO

 Inteligencia ecológica 

 La inteligencia ecológica es la capacidad de vivir tratando de dañar lo menos posible a la naturaleza. Consiste en comprender qué consecuencias tienen sobre el medio ambiente las decisiones que tomamos en nuestro día a día e intentar, en la medida de lo posible, elegir las más beneficiosas para la salud del planeta. La paradoja reside en que cuanto más coherentes somos con su bienestar, más invertimos en el nuestro.
Inteligencia Ecológica es la culminación de un discurso que comenzó en el individuo y su introspección, siguió con lo social y ahora incluye a la Tierra.
Se desarrolla nuestra inteligencia ecológica no es más que tomar decisiones que nos permitan recuperar el contacto con lo que verdaderamente somos, lo que mejora nuestra salud física y emocional.
Donde ponemos nuestro dinero, ponemos nuestra energía. Y con ésta se crea el mundo. Si nadie compra un determinado producto o servicio, desaparece del mercado. El consumo consciente parte de la responsabilidad personal (compro lo que necesito y no lo que la publicidad me hace desear) y de la consciencia ecológica (me informo de si lo que compro se fabrica respetando el medio ambiente).
Cuanto más se despierte esta consciencia en la sociedad, más rápidamente deberán cambiar y evolucionar para adaptarse y sobrevivir económicamente. La revolución está en manos de los consumidores. De ahí que lo mejor que podemos hacer es apoyar el CONSUMO ECOLÓGICO en toda la gama de productos y servicios que ofrece en la actualidad. Las corporaciones empresariales no se preocupan hasta que lo hacen los consumidores.
Es el puente que nos permitirá evolucionar hacia el consumo consciente. Cuando la sociedad sepa qué impacto ecológico tiene cada producto que consume, empezará a poder consumir por valores, dejando de hacerlo por impulsos. Así, la transparencia radical nos permitirá advertir las consecuencias de las cosas que fabricamos, vendemos, compramos y descartamos, un conocimiento que va mucho más allá de la zona de comodidad habitual en la que está apalancada la inmensa mayoría de empresas.
La revelación ecológica nos abre un horizonte económico hasta ahora inédito que consiste en implantar una regulación que aporte transparencia al mercado y nos permita conocer el impacto oculto de nuestras compras. De ese modo, los consumidores tendremos una detallada información sobre el impacto de nuestras decisiones, muy parecida a la que emplean los analistas de mercado para ponderar los beneficios y las pérdidas de las empresas. En un máximo de 20 años, las empresas que apuesten por la sostenibilidad se verán recompensadas, mientras que las que se resistan al cambio tenderán a desaparecer.
Es el turno de la REVOLUCIÓN VERDE, según el autor, porque cualquier vida humana tiene un impacto sobre la vida del planeta: la famosa “huella ecológica” que podemos calcular con esta calculadora y que también explica y predica Jim Merkel en su Simplicidad Radical
No basta con reciclar. Ni con comprar alimentos biológicos. Ni con cambiar las bombillas o desconectar los enchufes.  Esos pasos son necesarios pero insuficientes, porque lo que hay que cambiar realmente es nuestro modo de pensar. Todos nuestros actos tienen un impacto en el medio ambiente, negarlo es de ignorantes
Llevamos siglos despreciando y explotando a la Naturaleza, pero ahora se ha llegado al extremo de que para continuar con nuestro modelo de crecimiento y consumo se necesitarían 5 planetas y esto es insostenible en un mundo finito e injusto entre los países.
Goleman afirma que el problema tiene su raíz en la desconexión profunda entre el hombre y la naturaleza que se produce con la revolución industrial
Mientras la gente vivía en las granjas y en contacto con la tierra, existía una memoria ecológica que pasaba de generación en generación. Con la inmigración masiva a las ciudades ese conocimiento se perdió, y también el contacto directo con los ciclos de la naturaleza. Hemos levantado una barrera que nos aísla del mundo natural y nos impide ver las consecuencias de nuestros actos
Los consumidores tenemos el poder, pero hace falta que nos lo creamos, lo ejerzamos y asumamos que se trata de consumir menos y mejor y cambiar de rumbo.
La sensibilidad por querer escuchar y comprender los mensajes que nos está enviando nuestra casa, el planeta Tierra. Por mucho que lo asfaltemos con sistemas sociales y económicos, este ente vivo sigue estando ahí, ofreciéndonos lo que necesitamos para sobrevivir y disfrutar de esta maravillosa experiencia de aprendizaje y evolución a la que llamamos “vida”. Tras muchos siglos de ignorar, manipular e incluso violar el medio ambiente, éste parece estar reclamando a las empresas y a la sociedad que lo tengamos en cuenta cada vez que tomemos decisiones relacionadas con la producción y el consumo.
Nuestra percepción como seres humanos no está diseñada para procesar la destrucción del planeta, lo que dificulta la movilización para el cambio. En general, seguimos sin saber el verdadero impacto ecológico de los productos que consumimos. Debido a esta ignorancia y la inconsciencia de no querer aprender, la mayoría somos víctimas y verdugos de la paulatina degradación del medio ambiente. Aquí no hay culpables. Sólo responsables. Basta con que nos miremos al espejo. La solución pasa por desarrollar nuestra inteligencia ecológica.
V.            Organizador gráfico 






VI.          ANÁLISIS CRÍTICO.
Su libro de Daniel Goleman nos plantea un tema muy interesante y sobre todo que tiene una gran importancia en nosotros los seres humanos y debe ser analizado detenidamente, con mucha precisión, y no es más que es la inteligencia naturalista, una capacidad de vivir tratando de dañar lo menos posible a la naturaleza, es decir consiste en comprender qué consecuencias tienen sobre el medio ambiente las decisiones que tomamos en nuestro día a día e intentar, elegir las más beneficiosas para la salud del planeta. Para ello desarrollar nuestra inteligencia ecológica no es más que tomar decisiones que nos permitan recuperar el contacto con lo que verdaderamente somos, lo que mejora nuestra salud física y emocional.
VII.         CONCLUSIONES

*      El mundo de abundancia material en el que nos hallamos inmersos tiene un precio oculto que no se refleja en la etiqueta, pues ignoramos las consecuencias de las cosas que compramos.
*      Promover la inteligencia ecológica de los consumidores, y al darles fácil acceso a los conocimientos que requieren para tomar decisiones responsables, haga de éstos una fuerza transformadora de los mercados.
*      Inteligencia reúne las capacidades cognitivas para preguntarse por los impactos ambientales y sociales de las propias acciones, junto con una forma
*      Tener transparencia radical es tomar decisiones basadas en la ética.
*      Se quiere orientar los mercados en esa línea, es esencial que las personas e instituciones desarrollen su inteligencia ecológica, que hoy por hoy, y dadas las amenazas que se ciernen sobre el planeta, constituye una habilidad esencial para nuestra supervivencia como especie
I.                    REFERENCIAS bibliográfica

*    Goleman, D. (2009). Inteligencia Ecologica . Esapaña: Editorial Kairos .

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