martes, 18 de diciembre de 2012

Ciclo de las Pilas (Diana Risco Temoche)


El ciclo de las pilas

En nuestro país se comercializa productos elaborados mayoritariamente con carbón, zinc, oxido de magnesio, óxido de mercurio, níquel, cadmio, hierro, litio, oxido de plata, etc. De las diversas combinaciones de estos elementos, surgen los distintos tipos de fuentes.  
Pero como todo lo bueno, pronto se termina, también a las pilas y baterías les sucede lo mismo. Incluso a las recargables cuando se les cumple el ciclo útil de descarga y recarga.
Estos prodigios de la tecnología moderna, son fuentes de poder que basan su funcionamiento en reacciones químicas  más o menos complejas y que dan lugar a la degradación de sus compuestos internos, liberando electrones que luego viajaran por los conductores y circuitos, produciendo fenómenos electromagnéticos aprovechables.
En realidad los electrones viajan de uno de los extremos o polos de la pila hacia el otro opuesto y a su paso a través de los circuitos, producen estos fenómenos.
Si tenemos en cuenta que para fabricar una pila, se consume 50 veces más energía que la que ella misma proporciona, este recurso energético ocasiona a posteriori más inconvenientes que beneficios.
Luego de su efímera vida útil, las pilas se transforman en un desecho difícil de disponer ya que se transforma en una fuente altamente contaminante para el medio ambiente.
Como ejemplo, una pequeña pila de reloj arrojada al agua y cuyo compuesto base sea el óxido de mercurio, llega a contaminar 8 millones de metros cúbicos de agua o el equivalente a 400 camiones cisternas. En el caso que la pila sea arrojada a un lago o estanque, los compuestos pesados pronto serán absorbidos por el lecho o subsuelo, permaneciendo allí por mucho años y si le medio es un río o el mar, las aguas arrastraran los compuestos, contaminando todo el recurso natural de una amplia zona.
Como se produce la contaminación
Las pilas son arrojadas con el resto de la basura domiciliaria, siendo vertidas en basureros, ya sean a cielo abierto o a rellenos sanitarios y en otros casos a terrenos baldíos, acequias, caminos vecinales, causes de agua, etc.
Para imaginar la magnitud de la contaminación de estas pilas, basta con saber que son las causantes del 93% del Mercurio en la basura domestica, así como del 47% del Zinc, del 48% del Cadmio, del 22% del Níquel, etc.
Estas pilas sufren la corrosión de sus carcasas afectadas internamente por sus componentes y externamente por la acción climática y por el proceso de fermentación de la basura, especialmente la materia orgánica, que al elevar su temperatura hasta los 70º C, actúa como un reactor de la contaminación.
Cuando se produce el derrame de los electrolitos internos de las pilas, arrastra los metales pesados. Estos metales fluyen por el suelo contaminando toda forma de vida (asimilación vegetal y animal).
El mecanismo de movilidad a través del suelo, se ve favorecido al estar los metales en su forma oxidada, estos los hace mucho más rápido en terrenos salinos o con PH muy ácido.
Pilas del color que pida
Zinc/Carbono: son las pilas llamadas comunes o especiales para linterna, contienen muy poco Mercurio, menos del 0,01%. Está compuesta por Carbono, Zinc, Dióxido de Manganeso y Cloruro de Amoníaco. Puede contaminar 3.000 litros de agua por unidad.
Alcalinas (Manganeso): son más recientes que las anteriores. Su principio activo es un compuesto alcalino (Hidróxido Potasio). Su duración es 6 veces mayor que las Zinc/Carbono. Está compuesta por Dióxido de Manganeso, Hidróxido de Potasio, pasta de Zinc amalgamada con Mercurio (total 1%), Carbón o Grafito. Una sola pila alcalina puede contaminar 175.000 litros de agua (más de lo que puede consumir un hombre en toda su vida).
Mercurio: Fue la primer pila que se construyo del tipo micropila o botón. Exteriormente se construyen de acero y consta de un electrodo de Oxido de Mercurio con polvo de Grafito, el electrólito está compuesto de Hidróxido de Potasio embebido en un material esponjoso absorbente y pasta de Zinc disuelto en Mercurio. Contiene entre un 25 y un 30% de Mercurio. Esta micropila puede contaminar 600.000 litros de agua.
Níquel/Cadmio: Esta pila tiene la forma de la pila clásica o alcalina, pero tiene la ventaja que se puede recargar muchas veces. Está constituida por Níquel laminado y Cadmio separado por nylon o polipropileno, todo arrollado en espiral. No contiene Mercurio. Sus residuos son peligrosos para el medio ambiente, principalmente por la presencia del Cadmio.

QUE SE PUEDE HACER CON LAS PILAS AL FINAL DE SU VIDA UTIL EN LA CIUDAD:

1º Recolección:
Es una medida adecuada siempre que se tome las precauciones de cual va a ser el destino de estos residuos. Una forma adecuada de llevar adelante su recolección, es que los mismos centros de ventas de pilas actúen como receptor de estos residuos.
2º Depósito transitorio de residuos peligrosos: es una instalación de uso permanente, en donde estos residuos esperan su destino final, con medidas de seguridad para evitar fugas al ambiente de sustancias contaminantes. Hasta el momento en la Argentina es lo más práctico y económico, esperando que se pueda realizar su reciclado.
3º Reciclado: si se cumple con efectividad, puede lograrse el ciclo completo ideal (Japón lo a logrado al igual que países de la Unión Europea), ya que se obtienen metales que son escasos en el planeta, se generan puestos de trabajo y se preserva el ambiente en el cual nos encontramos. 

COMPETENCIAS CTA ( RUBY, FIORE, PAUL, DANIELA, NELIDA, FLOR, KERSTIN, PERLA, JANETH)


ciclo de vida del cd - FIORELLA



CICLO DE VIDA DEL PLASTICO - CLAUDIA


“EL CONOCIMIENTO DIDÁCTICO DEL CONTENIDO BIOLÓGICO: ESTUDIO DE LAS CONCEPCIONES DISCIPLINARES Y DIDÁCTICAS DE FUTUROS DOCENTES DE LA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL (COLOMBIA)” - claudia


I.              TÍTULO:
“EL CONOCIMIENTO DIDÁCTICO DEL CONTENIDO BIOLÓGICO: ESTUDIO DE LAS CONCEPCIONES DISCIPLINARES Y DIDÁCTICAS DE FUTUROS DOCENTES DE LA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL (COLOMBIA)”
II.            RESUMEN:
 El documento: “El conocimiento didáctico del contenido biológico: estudio de las concepciones disciplinares y didácticas de futuros docentes de la universidad pedagógica nacional (Colombia)”, del autor Juan Edgar Orlay Valbuena Ussa; comprende de cuatro capítulos, en esta ocasión el reporte va referido solo al primer capítulo; titulado: “El conocimiento profesional y la formación del profesorado”.
  Este capítulo hace referencia al marco teórico en el cual se circunscribe la investigación relacionado con la naturaleza y el Conocimiento Profesional del profesor; se habla también sobre las características tanto del Conocimiento Didáctico del Contenido como del Conocimiento Didáctico del Contenido Biológico. Además se hace una revisión de los modelos de formación del profesorado en relación con el Conocimiento Profesional.
 Palabras claves: biología, biología escolar, ciencias, conocimiento profesional, conocimiento biológico, conocimiento didáctico del contenido biológico y conocimiento biológico escolar.
 III.           ABSTRACT:
 The document: "The didactic knowledge of the biological content: I study of the conceptions disciplinares and didactic of educational futures of the national pedagogic university (Colombia) ", of the author Juan Edgar Orlay Valbuena Ussa; he/she understands of four chapters, in this occasion the report goes referred alone to the first chapter; titled: "The professional knowledge and the faculty's formation."
   This chapter makes reference to the theoretical mark in which is bounded the investigation related with the nature and the professor's Professional Knowledge; it is also talked about the characteristics so much of the Didactic Knowledge of the Content as of the Didactic Knowledge of the Biological Content. A revision of the models of the faculty's formation is also made in connection with the Professional Knowledge.
  Key words: biology, school biology, sciences, professional knowledge, biological knowledge, didactic knowledge of the biological content and school biological knowledge.
 IV.          ARGUMENTO:
 Maurice Tardif (2004: 75). “El maestro piensa a partir de su historia vital, no sólo intelectual, en el sentido riguroso del término, sino también emocional afectiva, personal e interpersonal”.
 El conocimiento que requiere el docente para poder enseñar contenidos específicos, lo que se denomina Conocimiento Didáctico del Contenido (CDC); expresión equivalente al  utilizado por los investigadores norteamericanos y anglosajones: Pedagogical Content Knowledge (PCK).
 Teniendo presente la complejidad, tanto conceptual como contextual de la enseñanza,  para el caso del Conocimiento Profesional del Profesor es difícil  identificar los componentes que lo integran y su estructura. Las investigaciones fundamentalmente diferencian como componentes cuatro grandes dominios:
 - El conocimiento de los contenidos, del objeto o materia de enseñanza, que en adelante se llamará conocimiento del contenido disciplinar.
- El conocimiento pedagógico.
- El conocimiento necesario para enseñar un saber en particular, llamado Conocimiento Didáctico del Contenido (CDC).
- Y el conocimiento del contexto.
 NATURALEZA Y COMPONENTES DEL CONOCIMIENTO PROFESIONAL DEL PROFESOR
 Shulman: La importancia del Conocimiento Didáctico del Contenido. Lee S. Shulman, pionero de la línea de investigación sobre el Conocimiento Profesional docente; identificó tres componentes del conocimiento del profesor:
 - El conocimiento disciplinar.
- El Conocimiento Didáctico del Contenido (CDC). Se refiere a los programas de enseñanza y de los materiales y ayudas para enseñar.
- El conocimiento curricular.
 El mismo autor, en su propuesta de 1987, “define hasta siete categorías de conocimiento del profesor: Conocimiento del contenido, Conocimiento pedagógico, Conocimiento del currículum, Conocimiento de los alumnos y del aprendizaje, Conocimiento del contexto, Conocimiento Didáctico del Contenido (CDC), y conocimiento de Filosofía Educativa, fines y objetivos”.
 Bromme: El metaconocimiento como integrador de saberes. Bromme (1988) define el Conocimiento Profesional docente como el conocimiento que los profesores utilizan en su práctica cotidiana, en la cual, es menester acercar los conocimientos teóricos de las  disciplinas, a los conocimientos prácticos escolares. Según este autor, el Conocimiento Profesional requiere la interrelación de diferentes tipos de conocimientos, como son: los específicos de la asignatura que se enseña  (conocimientos disciplinares), los de la  didáctica específica, el  pedagógico y el metaconocimiento.
 Los  conocimientos sobre la Didáctica específica de la disciplina, son indispensables para establecer la secuenciación de contenidos de enseñanza y para determinar la forma de presentar dichos contenidos. De igual manera, se requieren para definir el  grado de profundidad de las diferentes temáticas, para evaluar las dificultades  de las tareas y para poder integrar los conceptos de la disciplina que se enseña, con los conocimientos, experiencias y expectativas de los alumnos.
 Los  conocimientos psicopedagógicos, según este autor,  se refieren la organización del centro escolar y a los aspectos metodológicos en el proceder con los alumnos, de acuerdo con sus características y dificultades.
En lo que tiene que ver con  el conocimiento curricular y las estrategias de enseñanza, hay un solapamiento entre los dominios del conocimiento pedagógico y el CDC. No obstante, en el dominio CDC se hace referencia a contenidos y actividades de enseñanza específicos de  un contenido en particular.  Grossman (1990) sostiene que el CDC es el componente que mayor incidencia tiene en las acciones de enseñanza en el aula de clase.
 Carlsen: El Conocimiento Didáctico del Contenido como integración de otros conocimientos. William Carlsen manifiesta que “los dominios del conocimiento del profesor son visualizados mejor de una forma heurística”. Propone integrar los conocimientos: general pedagógico, disciplinar, el CDC,  del  contexto general educativo y del contexto específico educativo. En contraste con otras perspectivas, en esta se considera  que los componentes del conocimiento profesional docente no pueden existir independiente y aisladamemente, sino que por el contrario, cobran sentido únicamente dentro de un sistema.
 Magnusson, Krajcik y Borko: La importancia de las concepciones del profesor en la construcción de su Conocimiento Profesional. Magnusson, Krajcik y Borko (1999) adaptan la propuesta de Grossman (1990), concretamente a la enseñanza de la Ciencia. En consecuencia, en el CDC focalizan las actividades de enseñanza  y los contenidos curriculares a las particularidades de la Ciencia.
Morine-Dershimer y Kent: La importancia de las finalidades de la educación, y de la evaluación, en la construcción del Conocimiento Profesional. El CDC es el componente central alrededor del cual se integran los otros conocimientos. Comparte con la propuesta  de Carlsen (1999), el discriminar dos tipos de conocimientos contextuales: uno general educativo, y otro específico más cercano al CDC.
  Una aportación por resaltar en este enfoque, es que asigna un lugar destacado a las finalidades de la educación, y a la evaluación. Estos, como elementos que influyen en los conocimientos curriculares, y pedagógico generales, y en el CDC.
 El Conocimiento Profesional como teoría práctica (Proyecto Curricular   IRES). El Conocimiento Profesional, es asumido desde una perspectiva evolutiva, en la que se formula una hipótesis de progresión con miras a reestructurar, de una forma progresivamente compleja. Desde la perspectiva del Conocimiento  Profesional como  teoría práctica, dicho conocimiento se caracteriza  por ser: práctico,  integrador y profesionalizado, complejo, tentativo, evolutivo y procesual.
 Porlán, Rivero y Martín del Pozo manifiestan que: “el conocimiento profesional deseable es un conocimiento epistemológicamente diferenciado, resultado de una reelaboración e integración de diferentes saberes, que puede concebirse como un sistema de ideas en evolución”.
 Para Porlán  et al. (1996), el  Conocimiento Profesional deseable, es asumido no como una representación idealista, sino como una hipótesis de progresión que propone tres niveles: Uno  inicial, correspondiente al modelo didáctico tradicional; Uno intermedio, en el que predominan planteamientos de innovación frente al modelo transmisivo; Uno  de referencia, basado en modelos didácticos de orientación constructivista.
 Según el grupo de autores al que se está haciendo referencia (Porlán, et al., 1996), las fuentes y saberes que confluyen en el contexto de la práctica docente y que se integran en el Conocimiento Profesional son: Fuente Académica, Fuente de Experiencias Profesionales, Fuente de Creencias Ideológicas.
 Los saberes académicos son preponderantemente adquiridos durante la formación inicial y son de carácter explícito. Los saberes metadisciplinares son teorías generales y cosmovisiones que posibilitan la integración de tipo generalista mediante reflexiones y conceptualizaciones sobre el conocimiento en general.
 Según Porlán  et al “los saberes metadisciplinares y las didácticas específicas, constituyen un primer nivel de integración epistemológica y de transformación de significados que facilitan la formulación de contenidos del conocimiento práctico profesional”
 De acuerdo con Porlán y Rivero (1998), los   saberes disciplinares corresponden a: Áreas curriculares de  las Ciencias  de la Naturaleza, Conocimientos psicopedagógicos.
 En cuanto a los saberes basados en la experiencia profesional, estos se expresan principalmente durante la programación, la evaluación y el diagnóstico de problemas del aula.
 De acuerdo con Porlán y Rivero (1998), los saberes rutinarios, son de tipo experiencial y constituyen saberes en acción de difícil elaboración y reflexión conciente.  Es decir, en la dimensión psicológica corresponden al nivel tácito.  Son funcionales y simplifican la toma de decisiones, aportando seguridad en la medida que ayudan a resolver en buena medida gran parte de los problemas cotidianos. Estos saberes son los más próximos a la conducta. Este saber se aprende por  imitación.
 Los saberes y creencias personales se refieren a las concepciones, metáforas e imágenes con que cuenta el profesor acerca de las distintas variables de su experiencia profesional; son coherentes, flexibles y  funcionales y, posibilitan explicaciones causales a fenómenos físicos. Al igual que las rutinas, son resistentes al cambio y consecuentemente, pueden constituir obstáculos para la transformación.
 Rodrigo, Rodríguez y Marrero (1993) manifiestan que  las  teorías implícitas de los docentes tienen un sustento sociocultural, y corresponden a teorías personales elaboradas por los profesores, a partir de reconstrucciones de conocimientos pedagógicos históricamente elaborados.
 Martín del Pozo y Porlán (1999) hacen referencia al  conocimiento profesionalizado del contenido, desde la perspectiva didáctica, resaltando que no se trata sólo de conocer los contenidos per se, sino que, además se requiere saber qué enseñar y cómo  enseñar dichos contenidos. Es un conocimiento que capacita para transformar los conocimientos disciplinares y cotidianos en contenidos escolares.
 Barnett y Hodson: La incidencia del contexto en la construcción del Conocimiento Profesional. Los autores resaltan que el Conocimiento Profesional está notablemente determinado por las características personales de los docentes, y por un conocimiento colectivo. En cuanto a las primeras características, el conocimiento colectivo de los profesores se gesta a partir de la constante socialización e interacción entre los colegas docentes. Estos autores expresan que “el conocimiento está íntimamente relacionado con las situaciones y las interacciones sociales específicas, las cuales han sido generadas, validadas y utilizadas.
 Consideran que existe un  conocimiento pedagógico del contexto específico, cuyas fuentes son: En primer lugar, las fuentes internas representadas por las reflexiones que hacen los docentes acerca de sus experiencias de enseñanza; En segundo lugar, las fuentes externas, que están definidas por los contenidos disciplinares  que se enseñan de acuerdo con los currículos prescritos; En tercer lugar, las interacciones que se producen al interior de los grupos de profesores. A su vez, consideran componentes de dicho conocimiento: a) El CDC es adquirido a lo largo de la experiencia a través de la discusión, la imitación, las reflexiones y la actualización. b) El  conocimiento  que el profesor tenga,  de su aula de clase y de sus alumnos. Hace referencia a aspectos situacionales y particulares que conllevan a un ambiente de constante reconstrucción. c) El conocimiento académico y de investigación incluye  los conocimientos de los contenidos científicos, la naturaleza de la ciencia, qué y cómo aprenden los alumnos, etc. d) En relación con el “Conocimiento Profesional”, este tipo de conocimiento surge  de las conversaciones de los profesores sobre asuntos como  sus alumnos, las medidas administrativas, etc. Hace énfasis  en los propósitos del cambio educativo a diferentes niveles: propósitos, personas, políticas y presiones.
 Este conocimiento se corresponde netamente con la práctica. Los componentes del conocimiento pedagógico del contexto interactúan y  obedecen a grandes ambientes que los autores han denominado  Paisaje del Conocimiento Educativo y  Paisaje del Conocimiento Social.
 Tardif: Los profesores como sujetos de Conocimiento Profesional. Según el autor, el saber profesional docente tiene un carácter diverso, práctico, temporal, de interacción humana, experiencial,  y de interfaz entre lo individual y lo social. Para enseñar, el profesor requiere movilizar y transformar una amplia variedad de saberes. En palabras suyas: “El de los maestros es el saber de ellos y está relacionado con sus personas y sus identidades, con su experiencia de vida, etc”.
 El concepto de conocimiento que se utiliza en el presente informe, puede ser equiparable al término saber, empleado por Tadif. Es decir: lo que él denomina  saber del profesor, equivale a Conocimiento Profesional.
  Para él, los saberes son “comparables a conjuntos de informaciones técnicamente disponibles, renovados y producidos por la comunidad científica y susceptibles de movilización en las diferentes prácticas sociales, económicas, técnicas, culturales, etc.”. Cuando se refiere concretamente al término conocimiento de los profesores, lo define  como “los saberes, el saber hacer, las competencias y las habilidades que sirven de base a su trabajo [al docente] en el ambiente escolar”.
   Tardif defiende el  postulado de la subjetividad, el  cual plantea que los profesores en el contexto de sus tareas cotidianas poseen,  utilizan y producen saberes específicos de su profesión.  Es decir, los maestros son actores competentes y sujetos de conocimiento. En términos del autor, el profesor “es un sujeto que asume su práctica a partir de los significados que él mismo le da, un sujeto que posee conocimientos y un saber hacer provenientes de su propia actividad y a partir  de los cuales la estructura y la orienta”
 El autor, concibe el saber social, como la “relación entre yo y los demás que repercuten en mí, relación con los otros en relación conmigo y también, relación de mí conmigo mismo, cuando esa relación es presencia del otro en mí mismo”.
 El saber del profesor siempre está  en relación con la interacción con los demás actores del proceso de enseñanza-aprendizaje como son los alumnos, los padres de familia, los colegas. La personalidad del profesor es un aspecto determinante en su ejercicio. Un elemento fundamental en las relaciones profesor-alumnos es la afectividad, que es considerada por el autor como un componente tecnológico de las profesiones de interacción.
 
 Se considera que el saber del profesor es temporal, teniendo en cuenta que se adquiere progresivamente, a partir del contexto. La otra característica del saber profesional docente, según Tardif, es la  interacción humana.
 Desde la perspectiva de este autor, el saber del profesor se sitúa en la interfaz entre lo individual y lo social, tratando de integrar estos dos aspectos en un todo. Así pues, el saber del profesor se relaciona con: su saber individual, las situaciones de trabajo con los otros, y los espacios de trabajo en una institución y en una sociedad.
  Tardif, con base en las declaraciones de los docentes, contempla como componentes del saber de los profesores: Los saberes provenientes de la formación profesional; son aquellos obtenidos a partir de la educación formal en las instituciones formadoras del profesorado. Los saberes disciplinares específicos; hacen referencia a los contenidos, objetivos y métodos, mediante los cuales la institución escolar presenta los saberes. Los saberes curriculares; Los saberes experienciales; como fuente de saber profesional es la experiencia de los profesores. Los profesores ponen de manifiesto que el principal  saber  docente es el experiencial ya que se basa en los saberes procedentes de la experiencia cotidiana en el trabajo, como condición para la producción de sus propios saberes.
  Dichos componentes, según el autor,  tienen fundamentalmente un origen social. Considera que son fuentes de los  diferentes saberes que confluyen en el saber profesional. Este autor considera que el saber profesional docente cobra gran importancia lo que los profesores han vivido.
 También vale la pena tener en cuenta el enfoque estructural de de Conocimiento Profesional. Al respecto, Gess-Newsome (1999a) identifica dos extremos: uno integrador y otro transformador. El primero, dadas sus  características, más bien convendría denominarlo aditivo. Las propuestas con orientación  aditiva consideran el  CDC como el producto de la yuxtaposición  de los conocimientos disciplinar, pedagógico y contextual, lo cual significa que basta con que el profesor cuente con unos sólidos cimientos conceptuales de estos saberes para que en la práctica los integre y se produzca así el CDC.
 EL CONOCIMIENTO PEDAGÓGICO COMO COMPONENTE DEL CONOCIMIENTO PROFESIONAL DOCENTE
 Los enfoques del Conocimiento Profesional docente de Grossman (1990), Carlsen (1999), y Magnusson, Krajcik  y Borko (1999), consideran como elementos constituyentes del conocimiento pedagógico: la gestión y organización de la clase, el currículum, las características del aprendizaje y del alumno, las metodologías de enseñanza, las técnicas didácticas, etc. No obstante, en dichos enfoques, se hacen explícitas las interrelaciones que puedan establecerse entre ellos. En contraste, Morine, Dershimer y Kent (1999) muestran relaciones, propias de una naturaleza más compleja del conocimiento pedagógico. Ellos identifican los siguientes componentes: Organización y gestión de la clase, Modelos y estrategias de enseñanza, Comunicación y discurso en el aula, Conocimiento pedagógico general, Conocimiento pedagógico personal, Conocimiento pedagógico del contexto específico.
 Estos autores consideran tres tipos de conocimiento pedagógico. a) Entienden el conocimiento pedagógico general como el proveniente del ámbito  académico; es adquirido por los profesores, principalmente en los programas de formación inicial. b) El  conocimiento pedagógico personal se construye tomando como base las concepciones y la experiencia práctica  de los profesores. c) El tercer tipo de conocimiento pedagógico es el del contexto específico, el cual resulta de las interacciones entre  los conocimientos pedagógicos general y personal. Otra característica  importante del conocimiento pedagógico del contexto específico, es que permite ejemplificar y contextualizar los principios pedagógicos obtenidos a partir de investigaciones.
 Morine, Dershimer y Kent (1999), a partir de la revisión que hacen sobre la organización y gestión de la clase, expresan que hay una influencia directa entre la forma como el profesor distribuye y secuencia los contenidos de enseñanza, y la calidad de aprendizaje de los alumnos.
 Desde esta perspectiva, la organización y gestión de la clase no responde a un aspecto puramente técnico, sino que demanda de un conocimiento pedagógico y didáctico.
 En relación con los  modelos y estrategias de enseñanza, estos autores resaltan que están íntimamente relacionados con los propósitos educativos y con la perspectiva psicológica; en relación con el aspecto contextual, destacan la importancia de que en las instituciones escolares existan estructuras organizativas que promuevan el cambio en las actividades.
 Un elemento que cobra importancia en el enfoque de conocimiento pedagógico de estos autores, es la comunicación que se establezca en el proceso de enseñanza-aprendizaje entre los alumnos, y entre éstos y el profesor.
 De otra parte, para Tardif el saber pedagógico está relacionado con la práctica social global y compleja. Se presenta a partir de concepciones provenientes de las reflexiones sobre la práctica educativa. En palabras suyas, la pedagogía es: 
“la práctica de un profesional, es decir, de una persona autónoma, guiada por una ética de trabajo, que se enfrenta a diario con problemas para los que no existen recetas prefabricadas.”
 Coll (1986), manifiesta que el profesor necesita tener un  saber psicopedagógico que le brinde elementos para la selección y secuenciación de contenidos, la planificación de actividades de aprendizaje,  la formulación de objetivos y la evaluación de los aprendizajes. Según este autor, se necesita contar con un conocimiento psicológico, que permita orientar los procesos de enseñanza-aprendizaje teniendo al alumno  como el protagonista central, en un contexto sociocultural determinado.
 No se puede trabajar cualquier contenido sin importar las características de los alumnos, es necesario entonces, conocer las formas de organización mental, las estructuras intelectuales, es decir, se debe tener muy en cuenta el nivel de  desarrollo cognitivo de los alumnos, para lo cual según este autor, la teoría genética de J. Piaget aporta valiosos elementos.

El docente requiere un conocimiento psicopedagógico tal que le permita trabajar con las concepciones de los estudiantes, proveniente tanto de sus experiencias escolares, como extraescolares.
 Hewson (1993), Gil (1993), Giordan y de Vecchi (1999), Canguilhem, desde la perspectiva de estos autores, cuando se enseña en la escuela, el nuevo conocimiento en el mejor de los casos “se infiltra” en el sistema de pensamiento del estudiante, sin llegar a alterar su  estructura. Por lo tanto, es fundamental averiguar las concepciones de los alumnos,  analizarlas y tenerlas en cuenta en los procesos didácticos.
 El enfoque constructivista del aprendizaje destaca la importancia de trabajar con las concepciones de los alumnos, en la idea de reestructurarlos y provocar el cambio conceptual, procedimental y actitudinal.
 Según  Posner y otros (quienes produjeron el concepto de cambio conceptual), el cambio conceptual ocurre cuando esos compromisos centrales, necesitan alguna modificación, lo cual implica un reto para el científico que se traduce en la revolución científica o en cambio de programa de investigación.
 Pintó, Aliberas y Gómez (1996), manifiestan que: el cambio conceptual sólo se dará a lo largo de un proceso gradual cuando el alumno vaya adquiriendo una coherencia entre sus concepciones y las evidencias empíricas, en definitiva, cuando vaya adquiriendo una metodología para validar el conocimiento y, a la vez, las nuevas concepciones no le aparezcan como refutables por motivos personales.
 Hewson (1993) identifica tres enfoques del cambio conceptual: como intercambio conceptual, como reemplazamiento y como extensión. Este autor concibe el cambio conceptual desde la perspectiva construtivista.
 El otro aspecto del conocimiento psicopedagógico  que el profesor debe integrar a su Conocimiento Profesional tiene que ver con el favorecimiento del aprendizaje significativo. Al respecto, Coll (1988) manifiesta que se trata de promover experiencias personales en los alumnos, de tal forma que se produzca la motivación intrínseca.
 El otro elemento destacado por Coll (1986), tiene que ver con lo que el profesor debe saber y saber hacer para propiciar espacios que faciliten el aprendizaje de la experiencia social culturalmente organizada.
 En síntesis, las diferentes perspectivas sobre el conocimiento pedagógico hacen énfasis en los siguientes grandes aspectos: el proceso de enseñanza aprendizaje y la gestión de recursos en los procesos educativos.

  EL CONOCIMIENTO CONTEXTUAL COMO COMPONENTE  DEL CONOCIMIENTO PROFESIONAL DOCENTE
 El conocimiento del contexto es otro dominio importante que influye muy especialmente en el Conocimiento Didáctico del Contenido.
Según   Barnett y Hodson (2001), un mismo profesor enseña de forma diferente, un mismo contenido, a diferentes alumnos dependiendo de las condiciones particulares de los estudiantes y de la escuela. La enseñanza es “contexto-específica”
 Atribuyen al contexto social las propiedades, por una parte, de facilitar y estructurar el aprendizaje y, por otra, de incrementar la competencia y el reconocimiento.
 Barnett y Hodson (2001) plantean que los docentes se mueven en micromundos y en esa dinámica es donde toman sus decisiones. Ellos proponen que los profesores de Ciencias poseen estos micromundos: Micromundo de la enseñanza de las Ciencias, Micromundo del profesionalismo del  profesor, Micromundo del currículum de Ciencias, Micromundo de la cultura específica de la escuela.

EL CONOCIMIENTO BIOLÓGICO.- CARACTERÍSTICAS:
 Para Canguilhem (1976) el conocimiento surge de la búsqueda de seguridad, como producto de asombro y angustia del hombre. A su vez, retoma el pensamiento de Goldstein acerca del Conocimiento Biológico como: “una actividad creadora, una gestión esencialmente emparentada con la actividad por la cual el organismo compone con el mundo ambiente de manera que pueda realizarse él mismo, es decir, existir. El conocimiento biológico reproduce de manera consciente la gestión del organismo viviente.
 Los planteamientos de autores como Porlán (1989), Mellado  y Carracedo (1993), Jiménez y Sanmartí (1997), Chalmers (2000), y García y Cubero (2000), establecen dos grandes perspectivas: La  perspectiva empírico-positivista  se corresponde con el pensamiento inductivo, según el cual el conocimiento es el  reflejo de la realidad. Las leyes y teorías son el objetivo final de las ciencias y se obtienen a partir del razonamiento correcto mediante inferencia inductiva.
 Desde el enfoque cientificista (mecanicista) las leyes se caracterizan por: tener un carácter descriptivo, ser mensurable. Por su parte, la teoría científica: persigue la generalización, debe permitir la previsión de hechos futuros, y constituye “un sistema de proposiciones cuyo objeto es sintetizar y  explicar de la manera más sencilla, completa, racional y exacta, todo un conjunto de leyes experimentales”. De acuerdo con esta perspectiva filosófica, la otra condición para producir conocimiento científico es la experimentación.
 La Biología explica fenómenos únicos, dadas las especificidades propias de cada individuo, cada especie, cada variedad, etc., que además están influenciadas por el ambiente en que se encuentren. En consecuencia, debido a que las regularidades de lo vivo lejos están de tener la universalidad de las leyes físicas, en la Biología no sorprende que, ocasionalmente, falle una predicción. En palabras de Mayr (1998, 2006): En biología, las predicciones suelen ser probabilísticas, debido a la gran variabilidad de casi todos los fenómenos biológicos, a la posibilidad de que ocurran hechos fortuitos y a la multiplicidad de factores interactivos que afectan al curso de los acontecimientos.
 Jiménez (2003), identifica una característica del Conocimiento  Biológico, que es la no matematización.
 Una característica del Conocimiento Biológico destacada por autores como Canguilhem (1976), Mayr (1998) y Jiménez (2003) es la complejidad. Ello, debido a las múltiples interacciones que se dan en los seres vivos, en las poblaciones y en general en todos los sistemas biológicos.
 En los fenómenos biológicos predomina la multiplicidad y pluralidad de causas, las cuales bien pueden ser próximas o remotas. Las primeras se refieren a lo funcional y están controladas por programas genéticos y somáticos, y explican lo fisiológico y la expresión del  genotipo; éstas se corresponden con la Biología funcional.
 En el caso de las causas remotas, se refieren a lo evolutivo, a los cambios en el programa genético, éstas se corresponden con la Biología evolutiva. Las causas de los fenómenos biológicos pueden ser las descubiertas por las ciencias físicas y las debidas a las instrucciones del programa genético; a esto se le ha denominado la dualidad en causación de los organismos.
 Canguilhem (1976), destaca características  de los seres vivos y los fenómenos biológicos. Dichas características conllevan, de igual manera, a especificidades del Conocimiento Biológico. Estas son: La especificidad, La individualización, La totalidad, La irreversibilidad.
 Otra particularidad del Conocimiento Biológico destacada por autores como  Mayr (1998), Wandersee, Fischer, y  Moody (2000), es el hecho de ser muy amplio y diverso.
 Tal y como lo señalan Thompson y Mintzes (2002), otro aspecto propio del Conocimiento Biológico es que conlleva  implicaciones referentes a actitudes en diversas áreas incluyendo salud, conservación y protección del ambiente.
  Nociones centrales de la Biología.- Como lo expresa Mayr (1998), la  Biología es una Ciencia altamente diversificada debido a: La variabilidad de organismos que estudia, Los amplios niveles jerárquicos que aborda, La diversidad de campos de estudios, La amplia gama de aplicaciones. En Biología, discriminar qué es lo esencial en ella, resulta bastante  complicado. Para abordar esta cuestión podemos tener en cuenta dos criterios: por una parte la clasificación que se hace de los diferentes campos o disciplinas de las  ciencias de la vida y, por otra parte, las características que identifican a lo vivo.
 La formación del profesorado está en concordancia con los lineamientos curriculares de la enseñanza del área. Del Carmen (1994), propone que en la formación inicial de docentes, además de ocuparse del aprendizaje de los aspectos básicos de  cada disciplina científica, también se aborden los aspectos históricos y epistemológicos, de tal forma que se propicien las reflexiones epistemológicas sobre la naturaleza del conocimiento científico y las implicaciones sociales de la Ciencia.
 Gil (1994), considera que la formación del profesorado de Ciencias, exige un conocimiento profundo de la disciplina específica.
 El Proyecto Curricular IRES, tomando como referentes teóricos metadisciplinares; apuesta por el modelo caracterizado por la formación de un profesional  con capacidad de reflexionar críticamente su práctica y reconocer los problemas, dilemas y obstáculos presentes en ella. Desde la visión crítica, “la formación del profesorado ha se basarse en una visión integradora de las relaciones entre conocimiento disciplinar, conocimiento experiencial e ideología subyacente.
 Martín del Pozo y Rivero (2001) proponen como principios formativos una guía para la intervención en la que se contempla:
- Mantener una coherencia entre el modelo de formación y el modelo de enseñanza-aprendizaje de las ciencias que se proponga.
- Promover articulación entre teoría y  práctica, posibilitando espacios de práctica docente.
- Analizar las concepciones del futuro profesor en relación con las ideas del modelo didáctico de referencia.
- Adoptar la investigación como principio formativo.
 La formación inicial del profesorado y el Conocimiento Didáctico del Contenido.- los planteamientos de Gess-Newsome (1999) respecto a los enfoques de Conocimiento Profesional de  orientación aditiva, equivalente a la yuxtaposición de un cúmulo de saberes. Estos, se corresponden con los programas de formación, en los que se imparten simultáneamente muchos cursos,  tanto del ámbito disciplinar específico, como del área de la Pedagogía y Didáctica. Esta perspectiva de formación docente correspondería a lo que Martín del Pozo y Porlán (1999) denominan el enfoque de formación  a imagen y semejanza de la enseñanza tradicional.
 Grossman (1990), concibe el Conocimiento Didáctico del Contenido como el elemento nodular que propicia la transformación de los diferentes tipos de conocimiento (pedagógico, disciplinar y contextual). Este hecho cobra especial relevancia en la formación inicial de profesores, en la que se debe buscar la construcción del Conocimiento Profesional con sentido, alrededor de situaciones concretas de enseñanza.
 Desde este enfoque las prácticas docentes que realizan los estudiantes-profesores durante su proceso formativo deben constituir el espacio para que hagan descripciones, reflexiones y análisis.
 De acuerdo con lo planteado por Gess-Newsome, en la formación inicial, conviene no solamente enseñar los contenidos específicos disciplinares. Además, es necesario revisar su estructura.
Segall  afirma que “el concepto CDC  ha sido aplicado para la formación del profesorado como un indicador de calidad  del profesor en la práctica”. Manifiesta que es necesario y pertinente hacer explícito, en el proceso de formación inicial, la existencia del CDC, y reflexionar acerca de su naturaleza e implicaciones en el ejercicio docente, como el conocimiento que identifica la profesión del profesor.
 Loughran, Mulhall y Berry, plantean que el CDC es de carácter tácito y que en la formación del profesorado, es menester hacerlo explícito como la impronta que caracteriza la profesión de los profesores.
 Martín del Pozo  y Porlán (1999) resaltan que además de trabajar los contenidos disciplinares  específicos, es decir un conocimiento adecuado de la disciplina, es necesario ocuparse del conocimiento sobre la disciplina para poder discernir qué enseñar y cómo enseñarlo. En consecuencia, se trata de procurar un conocimiento profesionalizado del contenido.
 Pardhan y Wheeler (2000), una etapa importante desde la perspectiva de la formación profesional fue la adaptación y búsqueda  de interrelaciones con otros tópicos y con otras disciplinas científicas. Los autores, ponen de manifiesto que no es suficiente con enseñar los contenidos de la disciplina específica a los futuros profesores, sino que es relevante el hecho de que ellos reflexionen sobre la forma como aprenden y lo proyecten a la manera como lo van a enseñar.
   Finalmente, cabe resaltar que en los programas de formación del profesorado es importante que la enseñanza de los contenidos disciplinares específicos, como es el caso de la Biología, no se haga de manera inconexa con el conocimiento pedagógico y didáctico. Se  requiere: hacer reflexiones y  analizar los contenidos. La experiencia que el profesor ha vivido como estudiante constituye un importante referente de Conocimiento Profesional.

V.           ORGANIZADORES:

  VI.          ANÁLISIS CRÍTICO:

Si los estilos de enseñanza, según hemos descrito tienen que ver con las creencias implícitas del profesorado, es decir, según creo así actúo, no menos importante es considerar cómo procesa el profesor la información que posee o la que le llega. Sin duda alguna, este modo de procesamiento va a influir de forma radical sus relaciones y actividades instruccionales.
 El estilo de pensamiento es un constructo diseñado por Sternberg (1988) para explicar el autogobierno mental o modo que tiene el profesor y el alumno, de forma concreta, y en general, cualquier ser pensante, de aprovechar sus recursos intelectuales o capacidad mental durante el proceso instruccional.
 Se centra más en los usos que en los niveles de la inteligencia, lo que significa que el estilo nos ayuda a evaluar, no cuánta inteligencia tiene el profesor y el alumno, sino cómo la emplean.
 Dos profesores con el mismo nivel de inteligencia pueden ser bastante diferentes intelectualmente, precisamente por las diferentes maneras de coordinar, planificar, dirigir y controlar las tres grandes habilidades de esa inteligencia: analítica, sintética y práctica.

 VII.         CONCLUSIONES:

·         El desarrollo profesional docente, como de la formación inicial del profesorado, posee limitaciones.
 ·         Una de las principales limitaciones y  dificultades es el considerar que los profesores son simples transmisores de conocimiento.
 ·         Para los profesores su experiencia vivida como estudiantes representa una importante fuente de conocimiento.
 ·         El metaconocimiento es el conocimiento que los profesores utilizan en su práctica cotidiana, en la cual  acercan los conocimientos teóricos de las  disciplinas, a los conocimientos prácticos escolares.
 ·         Los  conocimientos psicopedagógicos se refieren la organización del centro escolar y a los aspectos metodológicos en el proceder con los alumnos.
 ·         El CDC es el componente central alrededor del cual se integran los otros conocimientos.
 ·         Los saberes académicos son preponderantemente adquiridos durante la formación inicial y son de carácter explícito.
 ·         Los saberes metadisciplinares y las didácticas específicas, constituyen un primer nivel de integración epistemológica y de transformación de significados que facilitan la formulación de contenidos del conocimiento práctico profesional.
 ·         El conocimiento pedagógico hacen énfasis en los siguientes grandes aspectos: el proceso de enseñanza aprendizaje y la gestión de recursos en los procesos educativos.
 ·         La estructura sintáctica  se refiere a las maneras como se verifican o falsean, se validan o invalidan  los contenidos.

VIII.       REFERENCIAS LINKOGRÁFICAS:
 ÿ Valbuena Ussa, E. O. (2007). EL CONOCIMIENTO DIDÁCTICO DEL CONTENIDO BIOLÓGICO: ESTUDIO DE LAS CONCEPCIONES DISCIPLINARES Y DIDÁCTICAS DE FUTUROS DOCENTES DE LA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL (COLOMBIA). Recuperado el 15 de noviembre de 2012, de EL CONOCIMIENTO PROFESIONAL Y LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO: http://eprints.ucm.es/7731/1/T30032.pdf