Ciclo de vida del envase de
aluminio
El aluminio es un metal con muchas
propiedades que nos hacen la vida más fácil.
Cuando acaba su vida útil debemos
responsabilizarnos del impacto que genera en el medio ambiente, algo tan fácil
como ¡tirar las latas de bebidas y otros envases en el contendor amarillo! En
la vida del aluminio, cada etapa juega un papel muy importante. Uno de los
objetivos que tiene la industria de este metal es hacer que sus aplicaciones
sean lo más sostenibles posible, es decir, que cumplan durante muchos años las
cualidades que tienen hoy.
¿Cómo? Aplicando tecnologías más
limpias y más seguras y reciclando todo el aluminio que se recoge. Por esto es
muy importante que todos colaboremos en la recuperación de los envases de
aluminio.
El aluminio, además, es un
material totalmente reciclable que no pierde sus propiedades, y no sólo eso,
sino que además reciclando aluminio se logra ahorrar un 95% de la energía que
se necesita para producir aluminio nuevo, partiendo del mineral bauxita.
Fabricación
de aluminio
Extracción de bauxita
El ciclo de vida del aluminio
empieza por la extracción de bauxita, que es un mineral que contiene óxidos de
aluminio. La bauxita es, por tanto, la materia prima de este metal, que es el
tercer elemento químico más abundante de la corteza terrestre.
Obtención de alúmina
Ahora se debe convertir en alúmina
esta bauxita extraída. Para ello se lava y se muele la bauxita, mezclándola con
sosa cáustica a altas temperaturas. Así, los componentes de la bauxita que no
nos interesan se separan de los óxidos de aluminio, quedando la alúmina
suficientemente limpia para tratarla en el siguiente paso a alta temperatura que
hace que la alúmina se funda.
Producción de aluminio
Una vez se obtiene la alúmina, hay
que convertirla en aluminio a través de un proceso llamado electrólisis. Así,
se obtiene un aluminio muy puro en estado líquido.
Transformación del aluminio
Cuando el aluminio se encuentra ya
solidificado, pasa por un proceso de transformación para adaptarlo a las
distintas aplicaciones para las que se va a utilizar. Existen varios procesos.
Así, por ejemplo, si laminamos el aluminio, obtendremos material para fabricar
latas; pero también se puede fabricar cables, o incluso fundirlo y forjarlo
para construir vehículos.
Aluminio reciclado como materia prima
Todo el aluminio que recuperamos
después de ser utilizado en muchas aplicaciones, se convierte en materia prima
para fabricar nuevos productos de aluminio. El proceso que sigue este aluminio
es: la separación de otros materiales, que tiene lugar en las plantas
recuperadoras, el prensado en balas y la fundición. De esta manera, se vuelven
a fabricar nuevos productos de aluminio. Además, utilizando aluminio recuperado
¡Ahorramos un 95% de la energía que necesitamos para fabricar aluminio con
bauxita!
Consumo
de aluminio
El aluminio es un material que sirve
para muchas aplicaciones, pues tiene un gran número de propiedades que resultan
ideales para muchos y variados fines.
Con el aluminio se fabrica desde
latas de bebida hasta vehículos como automóviles, aviones, vagones, camiones, ventanas
y un largo etcétera.
También se utiliza para construir
barcos, pues el aluminio es muy resistente a la corrosión del agua.
Además, tiene la ventaja de que es
muy ligero y aislante, conserva muy bien los alimentos, sin alterar su aroma ni
su sabor, por lo que se usa mucho en la cocina.
Si nos fijamos, en nuestra vida
diaria, estamos rodeados de muchos objetos fabricados con aluminio.
Reciclado
de aluminio
Una vez el aluminio ha terminado
su función debe ser recuperado, pues como hemos dicho, de esta manera se ahorra
mucha más energía que si lo obtenemos de su materia prima, la bauxita.
Para ello, sólo se tienen que
tirar los envases de aluminio usados al contenedor amarillo
El recuperador se encarga después,
de recoger el aluminio ya utilizado, clasificarlo y prepararlo para llevarlo a
fundir.
Así, el aluminio ya reciclado se
convierte en materia prima de nuevos productos de aluminio.
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